Todos tenemos hábitos y nuestro cerebro funciona con patrones, normalmente gasta menos energía cuando realizamos acciones que son habituales en nuestra vida. Cuando intentamos adquirir un nuevo hábito, el cerebro se resiste porque es normal que se gaste más energía cuando aprendemos algo nuevo, ejercicio, dieta, etc… Pero, ¿Cómo nuestro cerebro nos desvía de lo que queremos hacer? pues empezamos a pensar en cualquier tipo de excusas y pensamientos evasivos que nos hacen dejar de lado aquellas acciones.

El primer consejo es la persistencia, escoge un horario para realizar lo que quieres hacer y cúmplelo, sin excepción. Si quieres empezar a correr ve todos los días a una misma hora.

Por otra parte, es importante reconocer cuáles son tus excusas, estamos muy acostumbrados a pensar que nuestros pensamientos son reales. Para evitar esto, escribe una lista con estas excusas, (no tengo ganas, estoy cansado, está muy tarde, mejor mañana) de esta manera el cerebro ya las reconocerá cómo una excusa y lo recordará cómo eso y así te volverás consciente, lo que te hará sentirte incómodo si te saltas aquella actividad que quieres hacer, y así te obligas a cumplir con lo que te planteaste.

Por último, la disciplina es fundamental para crear un hábito. Crea la motivación desde el interior. Cuando actúas se crea la motivación, realiza esa acción cuando sientas ganas y cuando pero HAZLO, aunque sea difícil. Esa es la disciplina, cuando te obligas a desarrollar una actividad o tarea cuando tu cerebro no quiere, cuando no tienes ganas, aunque sea difícil.

Claro que al inicio va a costar, es normal, pero piensa paso a paso, de esta manera empezarás a realizar pequeñas acciones que crearán cambios gigantescos en tu vida.