Un estilo de vida sano es aquel que nos permite mantenernos saludables físicamente y emocionalmente. Para lograrlo, es necesario adoptar hábitos
saludables en todos los aspectos de nuestra vida, sobre todo debemos prestar especial atención en cuánta actividad física realizamos a diario.
El sedentarismo se define como la falta de actividad física y según la OMS (Organización Mundial para la Salud) esta reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer, previene la hipertensión y la obesidad y ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones.
Cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y cuanta más, mejor. Para mejorar la salud y el bienestar, se recomienda al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana para todos los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día para los niños y los adolescentes. Esta actividad puede ser caminar, andar en bicicleta, nadar, bailar o cualquier actividad deportiva que disfrutemos.
Una vida sedentaria es más perjudicial para nuestra salud de lo que pensamos. La solución está en el compromiso y la constancia, siempre con la compañía de un profesional.